(1) Desde la infancia, cuando aún no hay fonación. Esto es un infante: un sujeto sin fonemas, in-fante. Esa "in" es negativa, denota negación, falta; "fante" es lo mismo que sonido, fonación. Un infante es alguien que no tiene voz y, por lo tanto, no escucha todavía. Una cosa sin voz, que se encuentra en un estado de padecimento subjetivo en repetición permanente.
(2) Particularmente, se puede apreciar en los grupos de fuerzas armadas, donde el componente principal de la obediencia es la mutilación del lenguaje de los soldados infantes. ¿Qué son estos sujetos sin voz sino instrumentos de otros?
(3) Con el psicoanálisis, el sujeto adquiere un lenguaje propio. Y cuando nos referimos a lenguaje, hablamos de comunicación con otros. Observe la relación de un niño con su mamá. A partir de esta díada, madre-hijo, o lo que es igual, el lenguaje materno que opera sobre el cuerpo del cachorro humano, es donde el paciente obtiene el material de lectura a su padecimiento.
(4) El lenguaje materno es lo que constituye la psicología del sujeto. Pues por la palabra enfermamos pero tambien con ella, nos curamos. Por eso, es importante la lengua materna, pues esta determina al futuro sujeto del lenguaje en lo social. El psicoanálisis es la herramienta que va a facilitar salir de esa minoría de edad indigente para gozar del lenguaje día a día.
(5) Recuerde que pensamiento y habla siempre ván unidos unidos. El sujeto piensa con palabras y de fonemas está constituído el cuerpo del pensar que se traduce en lo social. En efecto, es el psicoanálisis que permite la entrada a lo social por el lenguaje. Por eso acudir pronto al analista antes de enfermar por falta de palabras.