(1) Perder la atención sobre nosotros mismos es un proceso sistemático que el poder, en cualquiera de sus formas, utiliza para erosionar no solo nuestra identidad, sino también para encubrir la corrupción cotidiana. Así como los chamanes de América fueron seducidos con espejitos de colores —que no eran más que reflejos del instrumental de navegación del siglo XV—, hoy, en nuestra era digital, tenemos Internet, los reality shows y los panelistas (llamados estos últimos pseudo-periodistas, pues no todos han pasado por la Facultad de Ciencias de la Comunicación).
(2) La distracción, el entretenimiento diario, no solo es una herramienta de engaño del Gran Otro, sino también un mecanismo de sometimiento voluntario ante las leyes siniestras del capital, que operan con una eficacia y utilidad sin precedentes.
(3) El gran engaño nos obnubila diariamente y reduce nuestra capacidad de reflexión porque nos desconecta de nuestra dimensión mental, entendida como el espacio donde se articulan el deseo, el pensamiento, el lenguaje, la memoria, la imaginación y la crítica. Al ser desplazada por el flujo incesante de estímulos externos, esta capacidad se debilita, limitando nuestra autonomía y profundizando nuestra alienación. La distracción se convierte en el modo contemporáneo de perder el deseo de ser, transformándonos en meros engranajes de lo útil y eficaz dentro de la lógica mercantil...
(4) Cuando me refiero a lo mental, hago alusión al conjunto que conforma nuestra capacidad psíquica, constituida por pensamiento y habla, hechos, emociones, ideas, imágenes y mitos. Todos estos elementos convergen en nuestra facultad de lo incondicionado, que nos habilita para emitir juicios desposeídos de toda influencia, por ejemplo, los mandatos o las leyes escritas. Tarea de por sí ardua.
(5) Retomando el tema central, el fenómeno de la distracción se sostiene principalmente a través de los "mass media", que funcionan como su herramienta más eficaz. Son ellos quienes nos bombardean diariamente, las 24 horas, globalmente, con mensajes que nos inducen a aceptar que el otro es nuestro enemigo...
(6) ¿Qué son los "mass media"?
(7) Son llamados medios de comunicación social que, mediante los diversos canales diseñados para transmitir señales, consolidan las estructuras ya establecidas. No se trata solo de la televisión o la radio, sino de todo el ecosistema digital: desde el más diminuto celular hasta las supercomputadoras con inteligencia artificial...
(8) Si en la antigüedad clásica el circo romano servía para manipular a las masas, hoy la tecnología computacional ha convertido ese escenario en un vasto espacio donde la gente se expone, persiguiendo la ilusión de ser una estrella en medio de la oscuridad del engaño social...
(9) Los espejitos de colores de hoy son los smartphones, las redes sociales, el WhatsApp, el chat y el discurso vacío...
(10) Esta ilusión de estar frente a otro, como ante un espejo —otra trampa perceptiva—, genera en el hablante una sensación de afectividad, un intercambio emocional que parece real, pero que en realidad carece de sustancia y reciprocidad genuina...
(11) El entretenimiento diario nos captura, el consumo narcisista, por ejemplo, Facebook o X nos aliena día a día. No por nada la etimología de "periódico" nos remite a lo que se repite constantemente...
(12) En última instancia, la distracción nos captura como prisioneros de guerra porque nos presenta una ilusión de existencia, de protagonismo, cuando en verdad abandonamos el deseo de ser, que es donde radica la vida.
Semana Santa en medio de la cuarentena por el COVID-19
Río de la Plata, 11 de abril de 2020


